Vídeo Corporativo

Las dos grandes ventaja del vídeo son el poder mostrar una secuencia de imágenes que se corresponden a una secuencia temporal.

Por ejemplo, una fotografía nos puede mostrar como es el interior de una fábrica, y lo puede hacer con mucho detalle. Además, podemos observar durante un tiempo la fotografía de manera que vamos descubriendo detalles.

El vídeo, en cambio, no te permite ver con detenimiento los detalles de un encuadre, pero en su lugar, sí te permite ver, por ejemplo como se desarrolla un proceso en esa fábrica, o mostrar cómo es el espacio en el que nos encontramos mediante un movimiento panorámico de la cámara, o también nos puede contar cosas sobre la fábrica mediante una voz en off, o a través de la narración de una persona que está delante de la cámara, o incluso mediante infografías, textos y rótulos.

Por tanto, la fotografía y el vídeo son medios complementarios -y no excluyentes- para comunicar determinadas realidades.

Una vez establecido el encuadre, el siguiente paso es determinar cuál es el movimiento de cámara más eficaz para transmitir bien el mensaje.

Las posibilidades son muy amplias, pero un buen director de fotografía conoce bien el lenguaje audiovisual y sabe qué posiciones de cámara y movimiento son los que mejor funcionan en cada caso.

El lenguaje audiovisual ha tenido un desarrollo enorme tanto conceptual como técnico en los últimos años. Las innovaciones tecnológicas han permitido fabricar equipos que en su día eran costosísimos, y que ahora tienen un precio mucho más asequible.

Esto ha permitido incluir tipos de movimientos de cámara en producciones de bajo presupuesto, algo imposible hace solo una o dos décadas.

Estos son algunos ejemplos de algunas de estas innovaciones tecnológicas, y lo que nos permiten hacer.