Hace unos meses que tengo un poco abandonada la Astrofotografía debido a falta de tiempo…y al tiempo meteorológico lluvioso que hemos tenido en los últimos tiempos.
Anoche salí al jardín y vi que tenía una bonita luna creciente en el Oeste, que es hacia donde hay buena visibilidad desde el pequeño observatorio que tengo en mi jardín. Es más fácil encontrar la Luna en el Este o en el Sur durante las horas nocturnas, para poder observarla o fotografiarla, que en el Oeste.
La noche era cálida y agradable y me puse manos a la obra para montar una pequeña webcam en mi telescopio de 500 mm de focal. Encendí la montura ecuatorial computerizada (con sistema GoTo) e introduje los datos en el mando para que el telescopio apuntara a la Luna y enchufe la webcam a un PC portatil. Por último utilicé el enfocador eléctrico para conseguir poner a foco la Luna. En pocos segundos vi como aparecía nuestro satélite en la pantalla del portatil ¡Qué bonita es la Luna! Por mucho que la observe, siempre me fascina ver sus cráteres, los mares y esa zona inquietante que es el Terminador -la frontera entre la luz y la oscuridad lunar.
Aunque la resolución de la cámara es muy mala (640×480) te permite no obstante apreciar algunos rasgos prominentes de la Luna como el gran Mare Tranqulitatis, el Mare Fecunditatis y el Mare Crisium. Como curiosidad, podeis intentar localizar el punto donde aterrizó el Apollo 11. En el video aparecían pequeñas turbulencias de la atmósfera que hacen que la imagen pierda nitidez y llegue en ocasiones a deformarse.
Lo bonito de la observación y de la fotografía lunar es que es relativamente fácil: por una parte, es un objeto celeste muy brillante, por lo que la contaminación lumínica de las ciudades no le afecta nada y además los tiempos de exposición son muy cortos (centésimas de segundo normalmente). Por otra parte, es un objeto grande, por lo que no hacen falta focales largas como es necesario para la observación planetaria; un pequeño telescopio de 400-500 mm de focal y una webcam son suficientes.
Os pongo una fotografía de la Luna que tomé hace tiempo con una réflex -con el mismo telescopio- para que os detengais unos minutos a observar algunos detalles de la orografía lunar. La iluminación lateral de la Luna permite resaltar mejor los detalles al tener más sombras, aunque esta fotografía fue tomada con la Luna casi llena, y por tanto con una iluminación mucho más plana. Si tenéis oportunidad, os recomiendo localizar en algún Atlas lunar algunos de los mares y cráteres visibles. Es un ejercicio relajante…y engancha!