La Fotografia de Alimentación persigue el mismo objetivo principal que la Fotografía Publicitaria en general: mostrar un objeto de la forma más atractiva y sugerente posible con el fin de, eventualmente, inducir a su compra. Traducido al mundo de la Fotografía de Alimentación lo que buscamos es presentar el alimento de forma apetitosa. La prueba del algodón al observar la fotografía, consiste en preguntarnos si nos parece apetitoso y si nos apetece comer lo que vemos en la foto. Si es afirmativo, entonces ¡misión cumplida!
Fotografía de Alimentación: una Cuestión de Fotogenia
Pero ¿cómo conseguimos que lo que fotografiemos parezca apetitoso? En primer lugar, como todo en fotografía, hay alimentos (productos o platos preparados) que son fotogénicos y otros no. Por lo tanto, este factor juega a favor o en contra nuestro. Por ejemplo, alimentos como una naranja, una fresa, una ensalada, etc. son de por si fotogénicos (tienen colores atractivos y texturas regulares e interesantes). En cambio platos como sopas, un plato de cocido, un estofado de carne en salsa, etc. no son nada fotogénicos y por tanto difíciles de fotografiar bien.
Fotografia Perfecta con Alimentos Perfectos
En segundo lugar, tenemos que conseguir que los alimentos que vamos a fotografiar sean perfectos (o casi). No vale una fresa cualquiera o una naranja cualquiera. Tienen que ser perfectas. Hay dos formas de conseguirlo: ir a un supermercado normal y comprar varios kilos de ese producto y rezar para que aparezca una pieza perfecta, o bien -más recomendable- acudir a determinadas tiendas de alimentación que se dedican a esto y te pueden conseguir las piezas que solicites con una calidad excelente. Es evidente que este servicio tiene un precio -y no es barato.
La Preparación y Colocación: Elementos Clave
Y en tercer lugar está la preparación del alimento y su colocación junto con los demás elementos y el atrezzo (si lo hay). En el caso de un plato gastronómico de un Restaurante, para su publicidad o para un libro de cocina, puede -y suele- prepararlo el propio Chef. Sin embargo, para publicidad (packaging mayormente) se suele contratar los servicios de un(a) estilista (llamada Home Economist o Food Stylist) que se encarga de buscar y comprar los alimentos (y el atrezzo), de prepararlos y posteriormente colocarlos adecuadamente para la fotografía. Este es un trabajo muy importante que podemos confiar al Home Economist ya que es un especialista y sabe perfectamente cómo preparar, combinar y colocar los distintos elementos para que queden visualmente atractivos.
En el siguiente artículo, comentaré sobre la Iluminación en la Fotografía de Alimentos.
Ejemplo de una Fotografía de Alimentación para Packaging